Es una de las más conocidas y más hermosas canciones de Joan Manuel Serrat. Y sin embargo 'Penélope' nació de una extraña y sorprendente colaboración de El Nano con Augusto Algueró, que le compone la música de la canción, a la que más tarde presentarán al IV Festival de la Canción de Rio de Janeiro, -en 1969- donde canción, cantante y músico resultan vencedores. 'Penélope' es la sencilla y trágica historia de alguien que por amor pierde la razón, y en su delirio ya quedará eternamente en la estación, sentada en aquel banco de pino verde, esperando un regreso imposible, con su bolso de piel marrón, sus zapatos de tacón, y su vestido de domingo...
Es una de las más conocidas y más hermosas canciones de Joan Manuel Serrat. Y sin embargo 'Penélope' nació de una extraña y sorprendente colaboración de El Nano con Augusto Algueró, que le compone la música de la canción, a la que más tarde presentarán al IV Festival de la Canción de Rio de Janeiro, -en 1969- donde canción, cantante y músico resultan vencedores.
ResponderEliminar'Penélope' es la sencilla y trágica historia de alguien que por amor pierde la razón, y en su delirio ya quedará eternamente en la estación, sentada en aquel banco de pino verde, esperando un regreso imposible, con su bolso de piel marrón, sus zapatos de tacón, y su vestido de domingo...
Penélope,
ResponderEliminarCon su bolso de piel marrón,
y sus zapatos de tacón
y su vestido de domingo.
Penélope,
Se sienta en un banco en el anden
y espera a que llegue el primer tren
meneando el abanico.
Dicen en el pueblo
que un caminante paró
su reloj una tarde de primavera.
Adiós, amor mio,
no me llores, volveré
antes que de los sauces
caigan las hojas.
Piensa en mi, volveré a por tí...
Pobre infeliz,
se paró tu reloj infantil
una tarde plomiza de abril
cuando se fue tu amante.
Se marchitó
En tu huerto hasta la última flor,
No hay un sauce en la calle mayor
Para Penélope...
Penélope,
tristes a fuerza de esperar
sus ojos parecen brillar
si un tren silba a lo lejos.
Penélope,
uno tras otro los ve pasar
mira sus caras, los oye hablar,
para ella son muñecos.
Dicen en el pueblo
Que el caminante volvió.
La encontró
en su banco de pino verde.
La llamó,
"Penélope, mi amante fiel, mi paz
deja ya de tejer sueños en tu mente.
Mírame, soy tu amor,
regresé."
Le sonrió
con los ojos llenitos de ayer,
no era así su cara ni su piel,
Tú no eres quien yo espero...
Y se quedó
con su bolso de piel marrón,
y sus zapatitos de tacón
sentada en la estación...