domingo, 13 de enero de 2013

Simone Bittencourt de Oliveira - Procuro Olvidarte (1992)

2 comentarios:

  1. Uno de los más prolíficos compositores de la música española es, sin duda alguna, nuestro paisano Manuel Alejandro (nació en Jerez de la Frontera en 1933).
    Desde aquel ya lejano año de 1959 en el que se diera a conocer con la canción 'Alguna vez' que interpretó José Guardiola en el Festival de Benidorm, Manuel Alejandro ha tenido una brillante trayectoria, convertido en “músico de cabecera” de cantantes tan destacados como Raphael, Rocío Jurado, Julio Iglesias, Roberto Carlos, o José Luis Rodríguez, “el Puma”.
    En 1980, compone para el nicaragüense Hernaldo Zúñiga, 'Procuro olvidarte', una de las más hermosas baladas románticas de las música hispana, que gracias a su resonante éxito, tendrá una incontable cantidad de versiones dentro de los estilos más dispares.
    La que hoy aquí podemos disfrutar, corresponde a la que interpretó la brasileña Simone, toda melancolía y sensibilidad, en el año 1992.

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  2. Procuro olvidarte,
    siguiendo la huella de un pájaro herido.
    Procuro alejarme,
    de aquellos lugares donde nos quisimos.
    Me enredo en amores,
    sin ganas ni fuerzas, por ver si te olvido.
    Y llega la noche, de nuevo comprendo
    que te necesito.
    Procuro olvidarte,
    haciendo en el día mil cosas distintas.
    Procuro olvidarte,
    pisando y contando las hojas caídas.
    Procuro cansarme,
    llegar a la noche apenas sin vida
    y al ver nuestra casa, tan sola y callada
    no sé lo que haría.

    Lo que haría
    porque estuvieras tú,
    por que vinieras tú conmigo.
    Lo que haría
    por no vivir así,
    por no sentirme así, perdido.

    Procuro olvidarte,
    siguiendo la ruta de un pájaro herido.
    Procuro alejarme,
    de aquellos lugares donde nos quisimos.
    Me enredo en amores,
    sin ganas ni fuerzas, por ver si te olvido.
    Y llega la noche, de nuevo comprendo
    que te necesito.

    Procuro olvidarte,
    haciendo en el día mil cosas distintas.
    Procuro olvidarte,
    pisando y contando, las hojas caídas.
    Procuro cansarme,
    llegar a la noche apenas sin vida
    y al ver nuestra casa, tan sola y callada
    no sé lo que haría.

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